SOLTAR
Es tiempo de soltar. Aquí dejo todo lo que me hace
daño. Es tiempo de ser más fluido con la gente, Conmigo mismo.
Es momento de
dejar ir, de permitir que el viento me despeine y me sacuda; que se lleve el resentimiento, que mi
alma perdone deudas y deudores.
Es tiempo de que me perdone a mí misma; ya me
regañé bastante. Fueron muchas las piedras que yo misma puse en mi camino; los
puentes dinamitados…Para autocastigo ya estuvo bien; elijo el camino de la
aceptación; es más barato.
Acepto y entiendo que merezco empezar de cero; con
alma transparente, y espíritu tranquilo. En mi vida, a partir de ahora, lo que
ha de ser, será. Entiendo que por más que me angustie, no agregaré un centímetro
a mi estatura; Jesús tenía razón. Es tiempo de relajarme. Dios no me está
juzgando. Así que, ¿por qué habría yo de hacerlo?. Es hora de levar anclas...
De liberar cosas, de soltar gente. Nadie tiene porque ser como yo quiera. Así
están perfectos. Así ha funcionado hasta este momento su vida. ¿Qué mejor
prueba podría pedir para convencerme?. Me dedico a atender lo mío, a
refundarme. Viene bien tirar lo que ya no sirve, perdonar. Entre ser feliz y
tener razón, elijo lo primero. Tener la razón es el peor de los desgastes, pues
te quita el sueño intentando corregir al universo. Es hora de soltar, de
confiar solo en Dios y menos en la apariencia de este mundo convulso. Me dejo
ir. La vida me conduce.
Quiero comenzar de nuevo con un corazón joven, que brinque
de gusto con los cantos que anuncian el día. Como cuando éramos niños. ¿Te
acuerdas?. Un alma que sea capaz de asombrarse con el amarillo de los
girasoles, de ver en el cielo un milagro pintado de azul y no sólo un día más, llano y
simple. Es tiempo de soltar y maravillarme. He estado demasiado ocupado para
ver las estrellas.
Elijo mirar la sonrisa del sol. Elijo abrazar al aire. Me
ama lo suficiente para mantenerme con vida. ¿Qué mejor prueba de amor?. Afortunadamente,
se me dio la facultad de elegir. Elijo controlar a mis propios demonios. Es
más… he decidido darles vacaciones. Es tiempo de soltar, de levar anclas, de
dejarme en paz. De tanto pelear conmigo mismo, se me estaba olvidando a que
sabe la sonrisa. Qué estupendo es cuando no controlas a nadie, cuando no pides
cuentas, cuando tiras a la basura los rencores.
A partir de ahora quiero ser
más justo; la vida no es un tablero de ajedrez ni las personas caballos o
alfiles. Trato a la gente como me gustaría que me trataran. Si algo nos
debemos, te ofrezco un abrazo, te pido una disculpa. Yo ya me perdoné. ¿Podrías
hacerlo tú también?. Yo te invito. Renovación es una palabra muy
comprometedora... ¡te obliga a caminar sin excusas!. Sin nadie a quien echarle
la culpa de nada. Pero definitivamente es el camino al cielo. Nada es
casualidad, no hay accidentes en el mundo de la voluntad. Por eso, sea cual sea
la razón por la que estés leyendo estas líneas, elijo creer que Dios nos
permitió crear este lazo, aun cuando ni siquiera nos hayamos visto. Elijo creer
que estemos dispuestos a sembrar más sonrisas en nosotros mismos y en la gente.
Te deseo que, ahora y siempre, estés lleno de bendiciones.
Si sueltas……………….., tendrás las manos libres para
recibir cosas nuevas……………
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