lunes, 17 de abril de 2017

Hermosa reflexión "Fragilidad e Incertidumbre de una cosa llamada Vida"

tomado de la pagina de:

 MiguelAtencia

Publicado Abril 14, 2017

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en Cristianismo, Reflexiones, Religion 

Fragilidad e Incertidumbre de una cosa llamada Vida Realmente hoy no tenía nada que escribir, pero mientras estaba en el supermercado me enteré de la muerte de un hijo del fallecido Diomedes Díaz, el joven cantante Martín Elías. De seguro, este gran artista y representante del folclor de Colombia, tenía muchos sueños, muchos proyectos, con 26 años, su vida apenas comenzaba, sin embargo sin que nadie lo pudiera evitar en unas fracciones de segundos su vida se apagó. Hoy es viernes santo para los cristianos del mundo, y me conmoví al ver a los músicos de este joven artista en las afueras de la clínica orando y pidiendo al cielo por él, puedo interpretar este acto como esa fe que lleva al ser humano a creer que allá arriba hay alguien más, es decir que si o si muchos creemos en alguien superior llamado Dios. Se dice que la Semana Santa es una semana de reflexión, y eso es precisamente lo que este evento inesperado me ha llevado a hacer. Reflexionando en lo frágil que es la vida, leyendo el libro que contiene secretos y verdades acerca de ella, la Biblia, me di cuenta de cuan equivocados estamos muchos, pues vivimos con una gran ambición y muchas aspiraciones hasta tal punto que estamos atrapados en la rutina diaria – de la vida – para ganarnos – la vida – , nos hemos convertido en seres tan independientes que creemos que no necesitamos a Dios como parte de nuestra vida. Hoy tenemos tiempo para trabajar, tiempo para ir a fiestas, tiempo para el amor, tiempo estudiar, en fin, tiempo para todas esas cosas de este mundo que son consideradas importantes. Pero estamos dejando tiempo para Dios? Quizá este artículo está más enfocado a los que profesan la fe cristiana, pero es aplicable a todos. El cristianismo se rige por la Biblia, y esto es lo que ella dice acerca de la vida: “Escúchenme, ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero.» ¿Cómo pueden hablar así, cuando ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? Su vida es como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece. Más bien, deberían decir: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello.» Sin embargo, a ustedes les gusta hablar con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo. Si ustedes saben hacer lo bueno y no lo hacen, ya están pecando.” Santiago 4:13-17 Traducción en lenguaje actual (TLA) Si analizamos objetivamente nuestra vida o la de las personas a nuestro alrededor, nos daremos cuenta todo lo que dijo el apóstol Santiago es cierto. La vida es fugaz e incierta. Sólo recordemos lo pasó hace unos días en Perú, en Mocoa (Colombia) o lo que está sucediendo en Siria, o lo que acaba de sucederle a Martín Elías y nos daremos cuenta la rapidez con la que la vida puede ser arrebatada. La Biblia nos advierte que no debemos dar el día mañana por sentado. Esto me indica que es evidente que se entiende que podemos estar aquí hoy pero mañana quizá no. ¿Qué es la vida y que estamos haciendo con ella? Esa es la pregunta que debemos hacernos hoy. ¿Somos capaces de comprender, que aun con todas las riquezas, con todo el conocimiento, con todos los planes, con toda la calidad de vida tu y yo somos nada más que una niebla que se desvanece? Ahora bien, esto no se trata de que se nos termine el empleo de forma inesperada, o que rompamos nuestra relación amorosa de un momento a otro, o que de un momento a otro nos quedemos en la miseria o que nos enfermemos con una enfermedad terminal, de hecho cualquier cosa de estas puede suceder sin advertirnos, pero nada de eso es tan grave como el hecho de que la vida se desvanezca como la niebla y no hayamos hecho lo necesario. Si perdemos nuestro trabajo, podemos encontrar otro, si terminamos una relación podemos comenzar otra, si nos quedamos en la miseria podemos resurgir de las cenizas, si enfermamos puede haber cura, pero si nuestra vida se desvanece ya no podemos hacer nada, es como humo que se eleva en el aire y luego desaparece. Un vapor puede ser visto sólo brevemente, antes de que se evapore y desaparezca por completo, así es la vida y debemos entender esto. Personalmente he establecido a lo largo de mi logros personales y profesionales; pero hoy al enterarme de la noticia que propició este artículo, me he dado cuenta que todos los seres humanos estamos sujetos a los “caprichos y circunstancias” de la vida y que la Biblia no enseña algunas verdades al respecto que no podemos desconocer. VERDADES QUE NOS ENSEÑA LA BIBLIA SOBRE LA VIDA * Verdad # 1: La vida es un regalo de Dios para nosotros y es su voluntad y no la nuestra por la que somos capaces de hacer frente a cada nuevo día. * Verdad # 2: Jamás podremos lograr algo que nos haga verdaderamente felices en la vida sin la ayuda de Dios. * Verdad # 3. Nadie es dueño del futuro para determinar lo que va a pasar. * Verdad # 4. Saber que debemos hacer el bien en nuestras vidas fugaces y no hacerlo es considerado un pecado. Quizá no tenga porqué decirlo, pero nuestra forma de hablar y de pensar debe cambiar, porque es (si Dios quiere) por la voluntad de Dios que podemos levantarnos día a día para ir al trabajo, es por la voluntad de Dios que ganamos nuestro pan de cada día, es por la voluntad de Dios que se cumplen nuestros sueños, es por la voluntad de Dios que nuestras oraciones son contestadas, es por la voluntad de Dios que superamos nuestros miedos y nuestras vidas se desarrollan día a día, todo es por la voluntad de Dios, es decir, si Dios quiere, y de hecho Dios si quiere. Pero nos hemos convertido en seres arrogantes que creemos que todo lo hemos hecho nosotros y que los planes funcionan simplemente porque somos seres capaces, haciendo alarde de lo que hemos logrado en el pasado o lo que pretendemos lograr en el futuro, sin tener a Dios incluido en nuestros planes, gran error!. El asunto es que todos queremos se nos den los créditos para nosotros mismos por las cosas que logramos en la vida, pero nos olvidamos que hay alguien que merece todos los créditos: Dios. Espero te guste esta reflexión y la compartas.