jueves, 20 de agosto de 2020

FORMA DE CORTAR Y PORCIONAR UNA TORTA

 

DIVIDE PORCIONES DE TORTA REDONDA

Una torta Cuadrada no te dara tantos problemas  cuando la vayas a cortar y es muy probable que las porciones queden iguales,


 

 Pero cuando es una Torta Redonda es un poco mas complicado y creo que muchos hemos tenido la mala experiencia al repartir, que al principio cortamos trozos  grandes  y al final nos toco cortarlos mas pequeños por que sabes que realmente no te alcanzara para todos….. es un real problema y un estres innecesario si conoces estos trucos que te enseñare para que tus trozos queden perfectos y lo mas importante….alcance para todos.

Asi es que la manera mas popular de hacerlo es trazando una cruz para luego comenzar a subdividir. Y para cuando son tortas muy grandes se traza uno o dos circulo en el medio y comenzar a picar la del circulo exterior.

El primer círculo se corta a 5 centímetros del borde exterior, luego se cortan las porciones, y repite la operación con el círculo interno hasta llegar a la parte central que se puede dividir en dos o mas porciones dependiendo del tamaño; esto se hace asi  para lograr porciones más manejables y no tan largas.

PORCIONES DE TORTA REDONDA SEGÚN EL DIÁMETRO DEL PASTEL

Para que tengas una idea de como debes porcionar tu torta te presento esta imagen donde puedes ver como se hace y la cantidad de porciones aproximadas  que pueden salir según las Medidas de moldes para tortas redondas.


 

Medidas y porciones de torta redonda  según su moldes:

16 cm de diámetro = 8 a 10 porciones
20 cm de diámetro = 14 a 18 porciones
24 cm de diámetro = 20 a 25 porciones
26 cm de diámetro = 25 a 30 porciones
28 cm de diámetro = 35 a 38 porciones

30 cm de diámetro = 40 a 45 porciones

38 cm de diámetro = 65 a 70 porciones

 

Tambien debo decir que Tambien depende del ancho de cada porcion por lo general se cortan de 3 a 5 cms de ancho cada porcion…. Dependera siempre de los comensales.

Recomendaciones Finales

-          Te aconsejo siempre tener una torta de reserva si no estas segura de las porciones que cortaste.

-           

-          Limpia el cuchillo después de cada corte, ya que si la torta esta rellena y decorada el cuchillo quedara pegajoso y luego la siguiente porcion no quedara perfecta.

 

 

Espero que te sirva de ayuda este Post.. hasta la proxima 

domingo, 16 de agosto de 2020

LOS MOTIVOS DEL LOBO, RUBEN DARIO

 

Los Motivos del Lobo, Rubén Darío


 

El varón que tiene corazón de lis, 
alma de querube, lengua celestial, 
el mínimo y dulce Francisco de Asís, 
está con un rudo y torvo animal, 
bestia temerosa, de sangre y de robo, 
las fauces de furia, los ojos de mal: 
el lobo de Gubbia, el terrible lobo, 
rabioso, ha asolado los alrededores; 
cruel ha deshecho todos los rebaños; 
devoró corderos, devoró pastores, 
y son incontables sus muertes y daños. 

Fuertes cazadores armados de hierros 
fueron destrozados. Los duros colmillos 
dieron cuenta de los más bravos perros, 
como de cabritos y de corderillos. 

Francisco salió: 
al lobo buscó 
en su madriguera. 
Cerca de la cueva encontró a la fiera 
enorme, que al verle se lanzó feroz 
contra él. Francisco, con su dulce voz, 
alzando la mano, 
al lobo furioso dijo: ?¡Paz, hermano 
lobo! El animal 
contempló al varón de tosco sayal; 
dejó su aire arisco, 
cerró las abiertas fauces agresivas, 
y dijo: ?¡Está bien, hermano Francisco! 
¡Cómo! ?exclamó el santo?. ¿Es ley que tú vivas 
de horror y de muerte? 
¿La sangre que vierte 
tu hocico diabólico, el duelo y espanto 
que esparces, el llanto 
de los campesinos, el grito, el dolor 
de tanta criatura de Nuestro Señor, 
no han de contener tu encono infernal? 
¿Vienes del infierno? 
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno 
Luzbel o Belial? 
Y el gran lobo, humilde: ?¡Es duro el invierno, 
y es horrible el hambre! En el bosque helado 
no hallé qué comer; y busqué el ganado, 
y en veces comí ganado y pastor. 
¿La sangre? Yo vi más de un cazador 
sobre su caballo, llevando el azor 
al puño; o correr tras el jabalí, 
el oso o el ciervo; y a más de uno vi 
mancharse de sangre, herir, torturar, 
de las roncas trompas al sordo clamor, 
a los animales de Nuestro Señor. 
Y no era por hambre, que iban a cazar. 
Francisco responde: ?En el hombre existe 
mala levadura. 
Cuando nace viene con pecado. Es triste. 
Mas el alma simple de la bestia es pura. 
Tú vas a tener 
desde hoy qué comer. 
Dejarás en paz 
rebaños y gente en este país. 
¡Que Dios melifique tu ser montaraz! 
?Está bien, hermano Francisco de Asís. 
?Ante el Señor, que todo ata y desata, 
en fe de promesa tiéndeme la pata. 
El lobo tendió la pata al hermano 
de Asís, que a su vez le alargó la mano. 
Fueron a la aldea. La gente veía 
y lo que miraba casi no creía. 
Tras el religioso iba el lobo fiero, 
y, baja la testa, quieto le seguía 
como un can de casa, o como un cordero. 

Francisco llamó la gente a la plaza 
y allí predicó. 
Y dijo: ?He aquí una amable caza. 
El hermano lobo se viene conmigo; 
me juró no ser ya vuestro enemigo, 
y no repetir su ataque sangriento. 
Vosotros, en cambio, daréis su alimento 
a la pobre bestia de Dios. ?¡Así sea!, 
contestó la gente toda de la aldea. 
Y luego, en señal 
de contentamiento, 
movió testa y cola el buen animal, 
y entró con Francisco de Asís al convento. 


Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo 
en el santo asilo. 
Sus bastas orejas los salmos oían 
y los claros ojos se le humedecían. 
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos 
cuando a la cocina iba con los legos. 
Y cuando Francisco su oración hacía, 
el lobo las pobres sandalias lamía. 
Salía a la calle, 
iba por el monte, descendía al valle, 
entraba en las casas y le daban algo 
de comer. Mirábanle como a un manso galgo. 
Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo 
dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, 
desapareció, tornó a la montaña, 
y recomenzaron su aullido y su saña. 
Otra vez sintióse el temor, la alarma, 
entre los vecinos y entre los pastores; 
colmaba el espanto los alrededores, 
de nada servían el valor y el arma, 
pues la bestia fiera 
no dio treguas a su furor jamás, 
como si tuviera 
fuegos de Moloch y de Satanás. 

Cuando volvió al pueblo el divino santo, 
todos lo buscaron con quejas y llanto, 
y con mil querellas dieron testimonio 
de lo que sufrían y perdían tanto 
por aquel infame lobo del demonio. 

Francisco de Asís se puso severo. 
Se fue a la montaña 
a buscar al falso lobo carnicero. 
Y junto a su cueva halló a la alimaña. 
?En nombre del Padre del sacro universo, 
conjúrote ?dijo?, ¡oh lobo perverso!, 
a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? 
Contesta. Te escucho. 
Como en sorda lucha, habló el animal, 
la boca espumosa y el ojo fatal: 
?Hermano Francisco, no te acerques mucho... 
Yo estaba tranquilo allá en el convento; 
al pueblo salía, 
y si algo me daban estaba contento 
y manso comía. 
Mas empecé a ver que en todas las casas 
estaban la Envidia, la Saña, la Ira, 
y en todos los rostros ardían las brasas 
de odio, de lujuria, de infamia y mentira. 
Hermanos a hermanos hacían la guerra, 
perdían los débiles, ganaban los malos, 
hembra y macho eran como perro y perra, 
y un buen día todos me dieron de palos. 
Me vieron humilde, lamía las manos 
y los pies. Seguía tus sagradas leyes, 
todas las criaturas eran mis hermanos: 
los hermanos hombres, los hermanos bueyes, 
hermanas estrellas y hermanos gusanos. 
Y así, me apalearon y me echaron fuera. 
Y su risa fue como un agua hirviente, 
y entre mis entrañas revivió la fiera, 
y me sentí lobo malo de repente; 
mas siempre mejor que esa mala gente. 
y recomencé a luchar aquí, 
a me defender y a me alimentar. 
Como el oso hace, como el jabalí, 
que para vivir tienen que matar. 
Déjame en el monte, déjame en el risco, 
déjame existir en mi libertad, 
vete a tu convento, hermano Francisco, 
sigue tu camino y tu santidad. 

El santo de Asís no le dijo nada. 
Le miró con una profunda mirada, 
y partió con lágrimas y con desconsuelos, 
y habló al Dios eterno con su corazón. 
El viento del bosque llevó su oración, 
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...

Autor, Ruben Dario


conclusion tomada del Blog LEER POR PLACER

En mi opinión, este poema intenta transmitir varios mensajes. Por una parte, nos enseña que en ocasiones juzgamos sin conocer: ¿por qué asumir que el lobo es un sanguinario asesino que mata por que le gusta hacerlo? Por otra parte, nos enseña que los animales son mucho más listos que los humanos en ocasiones. El lobo se mostró noble y leal ante los aldeanos mientras estaba en el convento, sin embargo los aldeanos no respondieron con la misma gratitud. Francisco de Asís, al final del poema, mira con tristeza al lobo y se pone a rezar, dándose cuenta de lo corrompida que está la sociedad. 

Como reflexión final me quedo con: "ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos".